Señor, sé que últimamente hablamos poco (desde la última vez que te pedí que Ferro gane la Intercontinental, allá por los dorados ochenta), pero hoy es mi último día de vacaciones, y como todos los años debo suplicarte, y te recuerdo que estoy dispuesto a hacer LO QUE SEA NECESARIO, para que POR FAVOR, TE LO SUPLICO, POR FAVORRRR, me hagas ganar el Quini. O el Loto. O el Totobingo. CUALQUIER COSA, POR DIOSSSS, CUALQUIER COSA!!!! Te ofrezco dedicar el resto de mi vida a ayudar a los más necesitados que vivan cerca mío en las Antillas Holandesas, adonde me mudaré apenas depositen el cheque. Te hablo a tí, señor de la luz, pero ahora que lo pienso bien, extiendo este llamado también a los señores de la oscuridad, a los dioses romanos y griegos, a Thor y Odín y a Quetzacoatl, Lugh, Horus, Bolon Tza Cab, los ocho Inmortales y la Pacha Mama (creo que más o menos estoy cubierto). Sin otro particular saludo a Uds muy atentamente.