El próximo estreno de "Gran Hotel Budapest", del genial Wes Anderson, nos brinda la oportunidad única de entrevistarnos con una de las figuras más carismáticas y buscadas del mundillo del cine ("buscado por los cobradores de Efectivo Sí, principalmente"), el inefable Tony Cototo. Sumergido hasta la nariz en su mesa de trabajo (lo sorprendimos aspirando cerveza, uno de sus pasatiempos favoritos), Tony nos hable del cine, la vida, y su pasión por los cucuruchos de goma.
- Se estrena la última de Wes Anderson y Ud. no tuvo nada que ver con la realización, producción o distribución de la misma.
- Sí, fué muy dificil mantenerme al margen, pero el hecho de que Wes no tenga la menor idea de quién soy ayudó mucho.
- Y con esta, cuántas películas exitosas se han realizado en las que Ud. no tuvo nada que ver?
- Muchísimas, todas las de Scorsese, todas las asiáticas desde 1963, las francesas, las italianas, las porno, en fín...
- Cómo describiría este proceso?
- Bueno, todo tiene que ver con que no se te ocurra nada nunca, eso es importante, y que lo que se te ocurra sea una basura. Y si no es una basura, o si tiene la más mínima posibilidad de no serlo, es importante nunca, pero nunca nunca ni siquiera intentar pensar en realizarlo.
- Y en qué piensa Ud. cuando se sumerge en ese tipo de procesos no-creativos?
- Más que nada en culos y en un plano secuencia que es un travelling de varias horas de duración que muestra un viaje por una autopista de Venado Tuerto a Estambul.
- Qué le diría a Wes Anderson?
- Que se vaya bien a la mierda y que cada vez que veo su cara con ese peinado modernoso pedorro que tiene, me dan ganas de garcharme a Bill Murray.
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